Problemas de esta página
No sé por dónde empezar. Tampoco qué estoy haciendo exactamente aquí. Temor y temblor son los dos extremos de mi alma. Empecé con la idea de lucirme, orgulloso. Seguro de mí mismo. Pretendía poner aquí todo lo que me hacía estar así. Una versión embellecida, más o menos veraz, convincente, de mi azaroso recorrido hasta aquí. En realidad estoy aterrado. Confundido. También furioso.
No sé lo que me ha llevado hasta aquí, en esencia. La vida es impredecible y está llena de nuestras torpezas. No estoy seguro de que haya más, o mucho más que eso, ni si es tan importante. Tenemos motivos para avergonzarnos. Nos sobran motivos. Sin embargo, me esfuerzo en escribir, porque no me es posible vivir sin esperanza. Si escribo, si me atrevo a escribir, a pesar de todo, es porque tengo esperanza.
Con 32 años, no tengo idea de lo que traerá el futuro, pero me desespera. Me desespera tanta confusión dentro de mí. Tal tendencia al desmoronamiento. Sé que estoy lloriqueando y pataleando. No se me ocurre nada más honesto. Pido disculpas. Sé que no es ejemplar, que no es algo de lo que estar orgulloso. Es demasiado violento para mí, pero más violento me parece no reconocerlo.
Aquí iba a poner, no sé si encontraré fuerzas para hacerlo todavía, una lista concisa de todo lo que vale la pena leer para poder utilizarlo. Para pensar y hablar mejor. Una guía ejemplar que sería mía. De la que yo tendría crédito. Pero estoy demasiado avergonzado para ello. Al menos de momento. No. Creo que antes de ello quedan muchos textos como este, si llega a pasar algún día. Quiero pedir disculpas de antemano. No sé el respeto que merezco, pero lo busco. No sé estar mejor. No encuentro la calma que necesito.
Se ha escrito con tanto detalle nuestra ansiedad, nuestra necesidad. Pero sólo hay que vivirla. Se puede escribir cualquier cosa, sea verdadero o no. Hablar, decir lo que sea. No sé si es un problema, o si el problema es no poder aceptarlo. Es demasiado gratuito, tramposo, desesperado. Todo a la vez. No sé si este es el lugar adecuado para decirlo, pero es así. Algo está mal en el mundo. No es el mundo entero. Pero algo está terriblemente mal. No dejo de buscar lo que es. De buscarlo en mí.
