Mi tristeza

Mi tristeza es algo extraño y profundo que siempre vuelve. No sé muy bien lo que es. Se parece al resultado de deja una lucha inútil con uno mismo. No sabría decir si este es un buen momento; no estoy tan seguro. No he tenido tantas fuerzas para cuestionarme antes como ahora, ni tantos motivos. El peso me parece casi insoportable. Próximo a paralizarme por completo. 

No sé qué hacer. Dejar de cuestionarme a mí mismo no es realista. He vivido a pesar de esto o por esto desde el principio. Creo que el problema de fondo, si cabe, es no estar bien conmigo mismo, no aprobarme. Desde fuera, lo que no soy, negarme, a mí, que soy todo lo que hay en mí. Negarme es lo que más daño me hace, a pesar del mundo. Casi todos mis pensamientos no tienen salida. Son juicios cerrados en los que yo salgo perdiendo. Me avergüenzo. Me consumen el miedo y el odio. Me aíslo. Se me quitan las ganas de luchar. 

La tristeza es lo menos original del mundo. Este momento no es distinto de cualquiera en los que me haya sentido triste. Me cuesta seguir adelante, ver el lado positivo, la luz. Me siento desgraciado. Crítico conmigo mismo. La indulgencia que concedo a otro no es la que me concedo a mí, si no es por teatro. Me juzgo inferior. Inferior al resto, a los que están más alejados. Ojalá no fuera así. 

Estoy muy cansado de juzgarme así. Sé que es un juicio automático. No sé cómo cambiarlo. Quisiera ir a descansar a algún sitio, lejos del mundo, donde no tuviera que afrontarme así, si no me queda más remedio. No sé qué más probar. Sólo quiero estar tranquilo. No imaginar lo que soy, si es tan bajo, si no hay salida. 

No tengo a dónde ir. Sería lo mismo en cualquier parte. Estar expuesto al vacío por dentro. A la frivolidad que compartimos, cuyo refugio no basta. Quedan algunos consuelos, pero me preocupa no saber cuánto durarán. No quiero sentirme así. No sé qué he hecho mal. Parto de este momento, como si todos los anteriores, la cadena de acciones mías, de otros, después de tantos no contase. Pero lo hace. Cuenta. Mi vida no es sólo ahora. He vivido por muchos años. Mi memoria no es sólo un momento. 

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